martes, 28 de junio de 2011

¿Paz o guerra?

Está carta fue elaborada para la materia de Taller de redacción.


México
2011
Para lo peor que pude inventar;
El arma que me puede matar: 
El paso del tiempo le gana a mi reloj natural de vida, ya ni si quiera recuerdo por que estás aquí. Te miro en mis manos y observó tu brillante color negro; estás hecho de un buen material, claro, no jugaba cuando te inventé y aún menos con esas balas terroríficas dentro de ti. Brillante y admirable ante mí, aterras a cualquiera y no importa donde sea te impones (de una mala manera, ahora que lo pienso). 
Si, tú propósito inicial era defenderme a mi y a mis hermanos, aún no logro comprender el momento preciso en el cuál nos indujiste a caer y ceder parte de nuestro control. Mi mundo está lleno de armas como tú, ¡malvadas y malditas sean! Desearía haber usado una forma diferente para encontrar paz, ¡que tonto fui al pensar en pedirla a base de violencia!, miles de hermanos míos han muerto manchando de sangre esté bello lugar. 
Te quiero advertir una última vez: ya no te necesito para defenderme; buscaremos otros métodos. Hemos perdido el tiempo contigo y quisiera que no sólo unos pocos lo entendieran. El fin de tu era llegó y te diremos a ti, pistola engreída, adiós.
PD. Sinceramente me arrepiento de que estés aquí.
Con lo poco que siento por ti me despido, para no verte más.
Atentamente.
Tu inventor, quién fuera débil, el ser humano.